
Pero la frescura de Bob, su carisma, su ingenio y su chispa nos juntó mucho más de cuando terminamos el Inglés 09.
Bob solía pasar lista, y nosotros le respondiamos en jergas en inglés, o en francés, alemán, español o japonés. Eso hacia la clase más entretenida. O cuando nos juntaba en grupos, contaba del 1 al 5 en alemán, japonés, español o francés también. Se empeñó por enseñarnos el idioma de los sordomudos, pero... bueno, para nosotros que con las justas nos las arreglamos con la pronunciacion en un idioma hablado que no es el nuestro, no nos podiamos aventurar a hablar con las manos!! Pero así, muchos aprendimos un par de palabras en otros idiomas. El ambiente en esa clase era bastante alegre.
El flow seguía su rumbo. Cuando nos tomamos la foto, fue idea de uno nada más. Un par lo apoyaron, y de pronto, todo el salón estaba arreglando las carpetas para poder entrar en la parte frontal del aula. "Qué bello", me dije, "que tantas personas de países distintos, idiomas distintos, pasados distintos hayan llegado a este nivel de armonía". Yo, que soy una rajona de la raza humana, aplaudí esta falta de acidez que a veces caracteriza al hombre.
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