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jueves, 22 de julio de 2010

Celebracion

Ayer Maria y Angelica vinieron a mi casa a comer comida peruana. Angelica se regresa a Venezuela este sabado 24 de julio, a las 2 de la tarde, despues de 7 meses lejos de su patria y su familia. Y Hugo Chavez.

Cuando ella vino, la crisis de Venezuela se habia puesto peor. Mientras ella, su mama y su tia estaban en suelo canadiense, todo en Venezuela subio el doble. La inflacion estaba hasta por las nubes, y lo que en el 2009 te costaba 20 mil bolivares, ahora costaba 40 mil. Me hizo recordar a Peru en los ultimos anos de los 80. Recuerdo que mi profesorta de Ciencias Sociales de mi colegio Buen Pastor me decia que un dia ella se fue al mercado con X cantidad de dinero. Lo que normalmente le alcanzaba para la mitad de una semana, ese dia solo le alcanzo para medio kilo de papas y un aji. Ella regreso llorando a su casa porque penso que su mama le iba a pegar! Pero asi como ella, muchos peruanos se sorprendieron desde ese dia que una misera bolsa de azucar costara hasta 3 veces mas su precio regular, y que para siquiera conseguir esa bendita bolsa, habia que hacer horas y horas de largas colas.

Bueno, o al menos asi me cuentan los libros y la gente "grande". Para ese entonces yo estaba en la barriga de mi mama, y tuve la suerte de solo conocer la leche Gloria.

Pero imaginarme el mismo escenario en pleno 2009 era inconcebible para mi. Sin embargo, era tan verdadero como mi existencia. La senora Concha y Karina, mama y tia de Angelica, respectivamente, me contaban como estaba su pais mientras ellas estaban aqui, ayudando a Angelica a acomodarse al pais que la iba a acoger por 6 meses mientras ella aprendia ingles. Me parecia sumamente raro sentirme tan comodas con ellas con apenas un par de dias de conocerlas. Me hacian acordar a mis tias que viven en Lima. Me sentia en casa.

Cuando la senora Concha y Karina se fueron, yo me quede ayudandola a Angelica a ubicarse en esta ciudad de gringos. Saliamos cada dos semanas, y hablabamos de nuestros paises. Poco a poco agarramos mas confianza y sin darnos cuenta, nos veiamos todos los viernes despues de sus clases, a la 1 de la tarde. Starbucks, Blenz, Tim Hortons... ninguna cafeteria se salvo de nuestras cotorreadas.

Un dia, viernes, horas antes de vernos me pregunto si podia llevar a una amiga de su instituto a nuestras charlas. Era tambien venezolana, y habia llegado hacia unos dias. No conocia a nadie excepto a ella. Despues de pensar un momento, le respondi que no habia problema. "No se pierde nada", pensaba. Fuimos al patio de comidas del Pacific Centre, un mall en Downtown. Me dijo que se llamaba Maria Alejandra, y POR DIOS! que nunca he conocido a nadie hablar tanto!! Hablaba tanto que yo no podia contestar. Si me preguntaba algo, respondia a medias porque ya me estaba interrumpiendo con otra cosa. Entonces opte con observarla, estudiarla, y me quede callada. Hasta que en un momento dado, ella dijo "(...) Yo he aprendido en esta vida que tu no puedes cambiar a la gente. Tu no tienes el control sobre ellas. Por ejemplo, a mi me gustaria que Katia hablara algo, y no me gusta que este callada, pero yo no puedo cambiar su manera de ser(...)". Y yo pense, "aguaaaaaanta, aguanta... Esta habla hasta por los codos, y me reclama que no hablo!!???" Entonces empece a interrumpirla de vez en cuando solo para que no me diga que no tengo lengua para hablar. La verdad, es que esa chica me callo pesada. Las personas que hablan mucho no me gustan. Y me quede pensando en ella incluso despues de que acabara la charla. Habia algo raro en ella. No me gustaba, pero a la misma vez no me daba mala espina.

Una semana despues, caminaba yo por Downtown despues de dejar a mi bebe (mi netbook) en Staples para que le sacaran los viruses que llevaba dentro, el pobre, cuando me encontre con Maria en la calle. Le puse buena cara, porque al fin y al cabo no hay que ser malcriada, Katia, saluda. Ella cruzaba la pista en sentido contrario al mio. La salude ahi mismo donde un carro nos podia atropellar, ni me di cuenta. Ella me jalo para su vereda, y nos quedamos hablando un par de minutos. Le comente que venir de dejar mi laptop para que lo arreglaran en Staples. Me pregunto que si estaba muy caro porque ella tambien queria mandar a arreglar el suyo. Le dije que estaba bien. $40 dolares era bastante justo. Ella me dijo que lo iba a llevar porque su maquina estaba muy lenta. De forma muy sutil le comente que iba a apurada a mi trabajo. "Se me hace tarde". Era cierto. Nos despedimos con la promesa de vernos luego. Formalidades. De camino al trabajo, me senti contenta. Le salude a alguien que no me cae, y no me siento mal. Muy bien, Katia. Pero pensando, tambien me di cuenta que algo importante: ella puede hablar hasta por las orejas, pero tiene una cualidad que no muchos tienen. Ella sabe escuchar. Eso cambio las cosas. La siguiente vez que la vi, fue el principio de una gran amistad. Asi suene cursi, es cierto. No creo haber conocido a una mujer mas segura de si misma que Maria Alejandra Melian Chacon. Tenemos muchas cosas en comun. La locura, sobretodo.

Desde ese momento somos Katia, Maria y Angelica para arriba y para abajo. Por ellas conoci a cuatro arabes, aprendi un poquito de esa cultura, y comi un poco de su comida. Delicioso.

Las invite a ellas dos a mi cumpleanos. Bailamos de todo! Angelica con sus dos pies izquierdos, y Maria con sus movimientos "sensuales".

Y asi pasaron los meses. La mama y el hijo de Maria vinieron de Venezuela a visitarla hace dos semanas. Su esposo vino hace 5 dias. El grupo de amigos se hizo mas grande.

Ahora que todo va bien, el tiempo de Angelica aqui se acaba, y ya debe marchar de vuelta con su familia. La verdad es que no quiero ni imaginarme como voy a estar este sabado 24 de julio en el aeropuerto. Gracias a Dios, ese dia yo trabajo, y solo la vere apenas llegue al aeropuerto. No sere testigo de su partida, y tendre la oportunidad de dejar la amistad en un "nos vemos luego". No quiero moquear como se que probablemente hare.




Con motivo de despedida a Angelica, hice una cena en mi casa. Vinieron Maria; su mama, Teresa; su hijo, Victor; su esposo, Rene; y Angelica.

Ese dia, me levante temprano. Como iba a cocinar yo, y por ende, no se nada; le dije a mi mama que me ayudara. Cuando sali de mi cama, mi vieja ya habia metido todos los ingredientes a la olla. No me preguntes que lleva la carapulcra. Te dire que mi madre ya habia puesto los ingredientes a la olla cuando llegue a la cocina. Pero preguntame sobre la papa a la huancaina. Esa si la hice yo ;)

Despues de que mi madre se fuera al trabajo, me quedaba solo hacer el arroz. Pan comido. Pero tenia que salir a comprar el ajo. De paso compraba utensilios de limpieza: mi casa no estaba para nada presentable. Me tome una siestecita (de dos horas y media), y sali corriendo a la tienda de un dolar a comprar lo que necesitaba.

Lleve mi cochecito porsia. Sabia que iba a cargar bastante. Tienda #1: Dollar Giant. Cleaning Supplies aisle. A ver, aerosoles perfumados. Que sera mejor? Fresh Water, o Crisp Breeze? Bueno, no quiero que mi casa huela a que nos estamos ahogando. Aire es mejor. Crisp Breeze it is! Un par de guantes, panos yes, limpiador de vidrio. Listo. Tienda #2: Liquor Store. "Buenas, se puede entrar con el carrito?" "Si, si, pase". De frente a los vinos. Voy a hacer una sangria heladita! Cojo dos botellas del chileno Frontera, merlot. Vuelvo a la caja. El tipo me pide me identificacion (claro, con mi cara de bebe quien no me cree que ya tengo 21!!!), y me da una botella en una bolsa de papel, junto a la otra botella sola dentro de una bolsa de plastico. Al cochecito. "Gracias, que tenga buen dia" "Usted tambien". Tienda #3: Shoppers Drugmart. Gaseosas, gaseosas. Una de naranja. $1.92. Al cochecito. Tienda#4: mercado hindu. Una bolsita de ajos. La cajera es taaaan graciosa como Hugo Chavez =S "No quiero bolsa, gracias... dije que no quiero bolsa... Esta india conchesum&$%!!!" Cojo la bolsa. Al cochecito. Aych, ahora a tomar el bus. Espero 4 minutos por la 49. Me bajo en Elliott St. Tienda #5: Killarney Market. Peru aisle. Un potecito de aji amarillo. Ah, y un helado. Hace calor! Al cochecito. Espero la 49 de nuevo. Dejo que se pase un bus porque el helado se me esta derritiendo y no quiero dejar el bus chorreado de helado naranja! Acabo mi helado, y tomo el bus. Llego a casa a limpiar. Quien creeria: YO limpiando mi casa. Solo por Angelica... y Maria y toda su familia!

La tarde pasa rapidamente. Hablamos de todo y nada. Fotos de aqui y por alla. Besos, abrazos, salud salud! Mis papas llegan y finalmente conocen a las dos mujeres que me acaparan todos los viernes y algunos fines de semana. Despues de cierto momento, el tema principal es Chavez.

Esa cena no se sintio como una despedida de alguien querido, sino como la celebracion de habernos conocido. La celebracion por la conspiracion del destino que arreglo todo para que nosotras nos conocieramos. Angelica Diaz Gonzales se me va, pero no sin haber probado una carapulcra y una papa a la huancaina. Y una Katia y una Maria que prometen volver a verla antes de que nuestros dias en esta Tierra se acaben. En Venezuela, en Espana, en Canada o en Peru. De pronto el mundo se ve tan pequeno...